Llenamos un vaso de agua por la mitad y lo tapamos con un papel. Giramos el vaso teniendo la mano sujetando el papel.
Sujetamos el vaso por la parte de arriba y soltamos la mano que sostiene el papel, podemos comprobar que el papel no se cae y por lo tanto no se cae el agua.
Esto es debido, a que el aire que hay dentro del vaso, ejerce una presión más fuerte que el agua.
Aunque a veces... no nos salga del todo bien el experimento... |
No hay comentarios:
Publicar un comentario